Ferro Carril 0 (5) - Salto Uruguay 1 (6): punto final al sueño copero (OFI 2013)

Se escapó el sueño de la tercera orejona. Por penales se definió la suerte y esta vez no estuvo de nuestro lado.

Qué lindo es ser de Ferro Carril, cuando ganamos festeja medio Salto, cuando perdemos también.  Cuánto poder tras una franja.

En los 90 Ferro Carril no supo desplegar su juego, no encontró los circuitos, no tuvo volumen de juego. Las ganas no faltaron, la entrega, la marca, pero el fútbol no salió, simplemente no se dio.

Paolo no tuvo la trascendencia de otras veces, en especial por el codazo absolutamente malintencionado que le propinó Santín, por el que tuvo que salir mas tarde. No sorprende, jamás sorprenden esos recursos y vaya si los tienen. Es un estilo.

La familia ferrocarrilera está triste, por supuesto.  Pero nada hay que reclamar, se metió, se jugó y como es un deporte perder es un resultado posible y hay que aceptarlo.  

También hay que saber ganar, pero tampoco es para muchos. Algunos muchachos, cuando ganan, revelan sus valores, con estilo.

Se volverá a entrenar, a trabajar, corregir y buscar revancha en el Salteño.  Para jugar la copa el próximo año ahora solo queda ser campeón Salteño, por lo que allá vamos. 

Primer tiempo: mucho "ritmo"

En la primera parte Salto Uruguay salió con más presión sobre nuestro arco, con otro ritmo, casi les diría propio de alguna charla motivadora abundante, o de algún elixir de vida que de vez en cuando ronda en el fútbol.

Eso les permitió llegarnos varias veces, aunque nos fuimos acomodando, encontrando los espacios, progresando con Albano, a veces con Gori y hasta con Paolo.

Tuvo una buena tarde Gori, de los más claro en nuestro ataque, pero sin suerte de gol.

Diego Arzaguet tuvo que intervenir varias veces, de gran manera, como lo hizo en los penales.

Recién sobre los 13 aparecía la primera llegada clara de Ferro Carril cuando se juntaron Albano, Menoni, Iriarte y Paolo que definió sin éxito. Por momentos perdimos la pelota en mitad de cancha y eso dificultó el juego de Quiroga y Patritti.

Cinco minutos más tarde amarilla casi roja para Quevedo sobre Quiroga, grosera falta. Como les decía, un estilo vió. 

Sin dar respiro, en la siguiente, nueva falta agresiva, malintencionada sobre Silveira. Cuánto estilo por Dios. Clase de campeón.

Promediaba la mitad del primer tiempo y Silveira convertía pero en forma inválida, porque usaba la mano.

A falta de 10 para el final de la primera parte una nueva oportunidad clara para Ferro Carril, con Gori dejando 3 en el camino y después no pudo convertir Paolo.

En la contra llegaría el gol de Salto Uruguay por medio de Bruno. Fue posición adelantada, pero no alcanzó para ser invalidado, por lo que el marcador llevaba a penales.

Antes del final se iría lesionado Santín, quizás por los golpes que propinó. Se fue tranquilo, misión cumplida. Ya le había regalado un codo a Paolo que lo haría reritarse temprano. Nuevamente el sello de un estilo. Cada vez más clase a medida que recuerdo los hechos.

Segunda parte: poco fútbol y penales

Luego del descanso Ferro Carril volvió sin variantes pero con más espacios, producto del clásico planteo de Salto Uruguay, dos líneas de 5.

No solo nos dieron más espacios, también hubo lugar para caricias. No supimos aprovechar los espacios y el retiro temprano de Paolo (en el minuto 55), claramente dolorido, nos condenó a los penales.

Lamentablemente su ausencia se siente, no logramos replicar la peligrosidad ofensiva que generamos cuando lo tenemos en cancha. Quizás García en ataque podría haber colaborado, pero se quedó custodiando la zaga.

Tuvimos algunas opciones más, Salto Uruguay ya no atacó más, defendió el gol y a la postre le salió bien.

En los penales todo puede pasar, influye la técnica, la experiencia, el ensayo, pero también la suerte juega su papel.

Remataron con destino de gol Menoni, Albano, Quiroga, Gori y Vera llevando la tanda al uno a uno. Inició Iriarte pero contuvo Ferrando. Debía aparecer Azarguet y así lo hizo, conteniendo el remate de Píriz con una gigante atajada. Era una nueva oportunidad para Ferro Carril. Sin embargo, el destino quizo que Ferrando nuevamente contuviera, en este caso el remate de Silveira, y luego Costa selló el pasaje.

Gracias muchachos, por su estilo blanco y negro

El fútbol nos hace vivir. Llegamos a la gloria tantas veces y en forma tan reciente, que un traspié como éste es sumamente triste, para la hinchada, para los jugadores, para técnicos y dirigentes.

En esta ocasión no se nos dio, quiso el destino que otro estilo avance. Quiso el destino hoy, se verá mañana.

A todos los que nos representan, dentro y fuera de la cancha vaya nuestro agradecimiento por la entrega, el sacrificio, por los goles, los campeonatos.

Ser ferrocarrilero es un orgullo, es festejar campeonatos, no partidos; es festejar goles no codazos, es proponer buen fútbol, no dos líneas de 5; es un estilo de vida, es una franja eterna que llevo tatuada en el pecho.  Hoy quiso quedarse gris, a fin de año, el año que viene, quien sabe, me dará otra alegría en blanco y negro.

Salud muchachos!